Este fin de semana hemos ido a Javier desde Carcastillo. Parecía que 38 kilómetros no iban a ser tan difíciles, pero sí. Salimos de casa a las ocho y sobre las ocho y media llegamos a Carcastillo. Después, cuando llegamos al castillo compramos una cruz.
En el camino, primero paramos a almorzar a las once y media. Llevabamos desde las ocho y media andando. Después seguimos andando hasta las tres menos cuarto porque nos paramos a comer en Sangüesa y seguimos andando. Había un trozo que eran todo curvas. Siempre pensabas que el castillo estaba en la siguiente curva, pero veías que no y pensabas en la siguiente curva, pero tampoco, hasta que por fin ves ahí el castillo. Llegamos justo a la misa de las seis.
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